lunes, 26 de octubre de 2009

TENDAMOS PUENTES, HAGAMOS UN NUEVO TRATO


Estimados amig@s:
Quiero compartir con Uds. una columna de opinión que escribí para el Diario El Labrador del día 18 de Octubre recién pasado, y ver como cobran sentido estas palabras debido a los últimos sucesos de quiebre de la mesa de diálogo de Educación, para solucionar la deuda histórica con los profesores.


Dentro de la semana que termina se vivió un nuevo Día del Profesor. Un día que corresponde para reflexionar y resaltar el concepto que ello involucra. Porque el dejar un día calendario para destacar algo o alguien particular o general, implica reconocer su valía.


Nadie puede desconocer la labor docente, porque nadie de nosotros sería lo que es si no fuera por la formación que a lo largo de muchos años recibió de sus "maestros", comenzando por nuestros padres. Sí, porque todos tenemos algo de maestros, todos tenemos algo que entregar a los otros.

Por eso me preocupa que con cierta regularidad debamos leer en la prensa y convivir con el gremio del Magisterio en conflicto.

Personalmente, en mi calidad de Vicepresidente de la Asociación de Corporaciones Municipales de Educación he estado involucrado en los diálogos y negociaciones para encontrar fórmulas para solucionar las demandas del Colegio de Profesores. Pero para que ello dé frutos debemos saber escuchar y debemos tener la real voluntad de encontrar los acuerdos y no imponer nuestra voluntad.

Porque aquí no se trata de desconocer el valor del "maestro", sino que muchas veces los elementos exógenos no nos permiten encontrar los caminos del diálogo. Como dice el refrán "los árboles no nos dejan ver el bosque".

A mediados de año luego de largas y tensas negociaciones entre los municipios, el gobierno y el Magisterio. creí que habíamos encontrado por fin el camino. Un acuerdo sobre el bono SAE, con un pago inicial y otro que se reliquidaría en razón a lo que finalmente resolviera un tercero, en este caso la Contraloría, respecto de las fórmulas de cálculo.

Qué parte de eso no quedó claro, no sé. Lo cierto es que hoy la directiva nacional (o parte influyente de ella) desconoce lo resuelto porque no se ajustaba a sus expectativas. El problema está en que los arbitrajes no se hacen para ratificar las expectativas de unos o de otros sino para dirimir entre dos posiciones que no encuentran acuerdo, salvo el de someterse precisamente a que un tercero medie y resuelva.

Y los dirigentes nacionales han cometido el error, a mi parecer, de vender expectativas a los profesores y no cosas reales.

Leí ayer en la prensa el cálculo y propuesta que hizo el Parlamento de la llamada "deuda histórica" y que fue rechazada por el Gobierno señalando que "todo derecho a reclamar lo anterior está prescrito". Se trata de 931 mil millones de pesos para 84 mil docentes que en su rango de cálculo menor representa a más que todo lo invertido en salud en los últimos cuatro años. Es decir, una cifra sideral.

Y nuevamente nos vemos entrampados en los "peros" y no en las soluciones. Y ¿cuáles son las consecuencias? Que las posiciones se distancian más que ayer. El magisterio anuncia movilizaciones; el gobierno dice no a la propuesta y al final solo vemos un gran perjudicado inmediato: los alumnos. Aquellos que son la razón de ser del profesor

Porque independiente de quien tiene más o menos certeza jurídica y más o menos fundamentos éticos en las posturas que se defienden, lo que tenemos que hacer es tender puentes y llegar a acuerdos reales y posibles que respetemos todos. Y para ello, yo estoy dispuesto a trabajar y espero que todos los que de una u otra forma están involucrados en el proceso. Porque los acuerdos a que se lleguen no son sólo para contentarnos hasta mañana. Todos sabemos que la gran reforma que falta es la de la Educación, donde los municipios deben tener la certeza de que contarán con el apoyo financiero del Estado para fortalecer la educación pública.

Porque todos queremos que nuestros hijos y los hijos de sus hijos, no importando la condición social en que nacen, tengan la oportunidad de una educación de calidad.

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