

Tres son las listas que compiten en las elecciones internas regionales de la Metropolitana Poniente en la Democracia Cristiana el próximo domingo 7 de noviembre. A principios de semana se organizó un debate en la sala Konrad Adenauer de la sede partidaria para que las candidaturas dieran a conocer sus propuestas. Aunque en el campo teórico las posiciones expuestas no fueron diametralmente opuestas porque responden a una misma raíz partidario-política creo que la inflexión la pone la Lista 2 que encabezo porque nuestro objetivo primordial que es que la Democracia Cristiana logre reposicionarse en el concierto político-nacional, misión que espero cumplir desde la presidencia regional metropolitana poniente con el apoyo de los militantes.
Es claro que debemos ser capaces de recuperar nuestro discurso. Ser capaces de decir lo que pensamos y decir: ‘en estos valores creemos’. Hay alcaldes de derecha que gobiernan con los mismos valores que nosotros porque son universales. Pero no me puedo conformar con que otros gobiernen con nuestros valores. Yo aspiro a que sean los nuestros los que gobiernen. Y aunque suene duro tenemos que ser capaces de ganar las elecciones en el país nuevamente. Esa es la tarea, para la cual tenemos poco tiempo y no lo vamos a lograr con discusiones al interior del partido. Yo como presidente regional no le voy a traspasar a otros -como los alcaldes, concejales, diputados, etc.- la responsabilidad que me corresponda en estas materias.
Necesitamos en un cargo como éste a dirigentes del partido que tengan cierto peso porque no sacamos nada con llorar entre nosotros si no somos capaces de pararnos y decir qué es lo correcto y qué es lo que se debe hacer. Y en la medida que estas directivas tienen legitimidad a través de elecciones internas van a ser representativas, porque desgraciadamente las anteriores eran fruto de acuerdos políticos. Por eso celebro que en la metropolitana poniente haya competencia porque así el cargo tendrá más legitimidad y con eso podremos hacer bien las cosas. Nuestro enfoque como Lista 2 es que el énfasis debe ser hacia fuera del partido, lo que no quiere decir que parte de nuestro equipo haga el trabajo que se requiere internamente pero tenemos que recuperar la voz y tener presencia en los cargos y los temas nacionales.
En la región tenemos apenas dos diputados hoy en día y eso es algo que debemos revertir en poco tiempo, pero no lo lograremos si nos abocamos a formar candidatos hacia el interior. Aunque no sea una posición muy atractiva lo que planteo es una visión realista para reposicionarnos como partido porque si no somos capaces de hacer esto, en dos años más vamos a estar nuevamente aquí sentados haciendo diagnósticos y lamentándonos que de los 54 alcaldes que nos quedaban de las últimas municipales ahora solo quedarán 40 y cosa similar pasará en las parlamentarias. No podemos quedarnos filosofando las cosas ‘ad eternum’. Debemos darnos cuenta en la situación en que estamos como partido. Hoy no basta solo con criticar las políticas de gobierno; no basta con hablar del piñerismo porque hoy lamentablemente la gente afuera no está evaluando mal al actual gobierno. Y nosotros solo vamos a ser capaces de volver a representar a la ciudadanía si salimos a la calle con propuestas. Por ello la principal tarea que tenemos es fortalecer la imagen pública de nuestro partido. Si logramos eso, todos los candidatos que tengamos poseerán un valor agregado.
Nos guste o no, esta directiva regional y la próxima serán medidas por los resultados electorales de las elecciones municipales que vienen. Esa será la vara con que se verá nuestra gestión. Por eso estoy por fortalecer los liderazgos y por eso creo que el equipo que hoy encabezo está en mejores condiciones para hacer ese trabajo en la región, trabajo que si se hace bien en todos lados va a definir el futuro de la Democracia Cristiana.
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