Proyecto de cárcel: ALHUÉ DEBE EXIGIR RESPUESTAS

Es complejo plantearse frente a una problemática de Estado como la instalación de una cárcel.
Y digo complejo, porque este tipo de instalaciones son necesarias y deben estar en algún lugar, pero es obvio que a ninguna comunidad le puede gustar que le impongan una decisión de este tipo.
Es precisamente en ese aspecto, el de la imposición, en que quiero poner el énfasis respecto del proyecto de un recinto penitenciario en Alhué y por ello es que apoyo el rechazo que está haciendo la comunidad.
Hasta hoy no me ha sido posible conseguir un estudio técnico de las autoridades que bajo criterios absolutamente objetivos, demuestren que esta comuna es la única posibilidad para instalar una cárcel.
Si ello hubiera sido así, la pregunta que surge de inmediato es: ¿Por qué las autoridades comunales y los vecinos de Alhué no fueron informados y se trabajó el proyecto de cara a la gente? ¿Por qué no existió el grado de transparencia que se ha predicado por parte del gobierno desde que asumió?
Hay señales de que en todo esto hay intereses creados: políticos y económicos.
Pero independiente de si es uno u otro, o ambos, el resultado es que se ve afectada toda una comunidad que -al parecer- pensaron que no tendría la fuerza y la voluntad de levantarse y decir NO al abuso.
Creo que las autoridades no han entendido que hoy la política no puede hacerse a espaldas de los ciudadanos y que son otros los aires que mueven al país.
Nadie habla de desgobierno o co-gobierno, sino de GOBERNAR PARA LA GENTE.
Si la opción real sólo es Alhué ¿Por qué no se trabajó con la comunidad para explicar la situación y plantear las eventuales y más que obvias compensaciones necesarias? Porque el impacto urbano y social es innegable con la construcción de una cárcel en una comunidad pequeña y la comuna de Colina es un ejemplo de cómo cambió su fisonomía en torno a las cárceles que se construyeron.
¿Es más necesaria una cárcel que un consultorio; que mejores colegios; que más trabajo en Alhué?
Creo que son muchas las interrogantes y pocas las respuestas hasta ahora.
Por eso no puedo menos que apoyar el grito desesperado de Alhué demostrado en su marcha hasta La Moneda y abogo porque no sea acallado hasta tener respuestas serias.